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Adiós petróleo cruel

Adiós petróleo cruel

Lugar: Lisboa, Rua Nova da Trinidade

Más valdría volarse la tapa de los sesos con el plomo tradicional, teniendo en cuenta lo cara que está la gasolina. En 2004 el barril de Brent iba por los 52 dólares, en 2006 por los 78,64 hasta el año 2008 de nuestro señor en que, con 137 dólares por lata, se nos vienen a la cabeza las páginas satinadas del libro de historia de COU que nos traía noticias de los aciagos años setenta y sus crisis del petróleo.  Hoy, los colegas emiratos de la OPEP no son los malos (bueno, sólo unos de Irán y Venezuela), sino la desaforada demanda china cuya economía se bebe los barriles como N. M.  las pintas de cerveza.  Pero como entonces, los que los venden se forran y los que pagamos vemos en el 1,2 € por litro de Efitec 95 a la mamaíta del rey Abdullah, de Obiang o de Chávez, entre otros.  Hoy les dejamos la huelga a los transportistas. Que la lluvia le caiga al siguiente eslabón de la cadena.  Al consumidor final de a pie, a mamá, papá, hijito, hijita, abuela y perro, eso de manifestarse les parece muy feíto, y, dóciles, siguen pagando los precios que sean y sus hipotecas.  Ésta, nuestra crisis, es la de “¡Cómo ha subido el pan!” en la cabina del ascensor, la del IBEX 35 bajando un 1,35%, la de “Pues J. J. Benítez ha dicho que…” y la de “Con los 26 euros adicionales en la mensualidad de la hipoteca la comunión del niño ya no puede ser de 3.500 euros”. Y se nos arruga el ojete ante la incertidumbre que sólo el gurú de lo económico puede provocar sobre la tribu. Aquí, en casa, quienes pueden decirnos unas cuantas cosas interesantes sobre este tema son los nuevos 71.100 nuevos parados procedentes de la construcción. Pero si de verdad nos ponemos a hablar seriamente sobre crisis económica hay que volver al petróleo, oro negro malvado, caro y contaminante que encuentra un duro rival en el etanol, muy bueno y, dicen, más respetuoso con la madre Tierra.  Pero el etanol se obtiene del maíz, de modo que la comida que adquiere gran valor para algunos países, porque pueden quemarla, es comida cuyo precio aumenta un 30 % para las millones de personas que todavía necesitan comérsela. Si se le une unas muy inoportunas sequías en países como Somalia o Mozambique, haciendo más escasa aún esa comida, la verdadera crisis económica es la de los 290 millones de personas en los países menos avanzados que ven que sus alimentos básicos se hacen prohibitivos ante la presión de la demanda de los países más ricos que, ante el escozor de tener que quemar petróleo caro, se han inventado lo de quemar la comida de los pobres.  Así, mientras se nos aja la gorguera ante la subida del precio de la gasolina, por el sur comprueban cuán chungo es que lo que suba sea el precio de los alimentos. Crisis a la carta, ¿cuál prefieres?

5 comentarios

Fran -

Así es, nef. La definición del PIB es: valor de mercado de todos los bienes y servicios finales, legales de un territorio en un período determinado. Obviamente, ahí no queda nada de dinero negro.

nef -

yo sigo con una de mis manías, el dinero negro:
http://www.elpais.com/articulo/economia/economia/sumergida/Cataluna/suma/39000/millones/elpepueco/20080402elpepueco_10/Tes

23% reconocido del pib, ahí queda eso.

Fran -

Ojalá tuviese tan buenos alumnos como vosotros.

NINEVE -

A pesar de la inoportuna crisis (perdón, mejor usamos una palabra menos fuerte como "desaceleración fuerte", o "desaceleración acelerada"), las agencias de viaje no ven vaciarse sus oficinas, ni las iglesias ni restaurantes peciben un bajón en eventos-bodas-comuniones. Pero todo el mundo se queja del petróleo, de la leche y de los huevos. Es casi obligatorio. Como gastar miles de millones de euros en juego o lotería al año. Será por el sueño de salir de la desaceleración con un pelotazo.

jav -

Esta vez no es culpa mía ponerme guayante, que conste; es culpa de Pacopac. Recomiendo fervientemente el blog Stuffed & Starved cuyo logo es, curiosamente, una plantilla:

http://stuffedandstarved.org/drupal/frontpage

El su último articulillo viene a decir, entre otras cosas, que no es que falte comida sino que hay mucha pobreza. Escuché al colega por la radio cuando estaba en los estates y tiene la cabeza bien puesta. Por cierto, dice Abdu que mi cabeza pesa como 8 kilos.