Sweet dreams

Lugar: Cádiz, Calle del silencio.
Claro que caben. Ese es el problema, que caben en cualquier sitio. Vayas donde vayas, los llevas, nunca te sueltan. Yo una vez soñé, incluso, dejar de tener sueños.
En cualquier bolsillo, en cualquier pliegue o resquicio cabe un sueño. Pero no son ligeros. Los sueños pesan hasta el dolor. Algún día, me abriré por dentro y de mí saldrán miles y miles de pequeños sueños, pesados como el basalto. Y cuando rueden por las calles aplastando todo lo que encuentren a su paso, mi cuerpo flotará, ingrávido y libre...

Gracias a Lola por la foto

5 comentarios

[Carlos el hormigo - 26 de noviembre de 2007 - 00:26]

"Tenemos un blog..." Pues me parece super romántica la idea de un blog de pareja. Ha sido un buen hallazgo, gracias.
Os voy a enlazar para que Google os trate con más cariño.

[Irene Adler - 14 de noviembre de 2007 - 20:18]

Jo. No son grises. Son feíllos, pero no grises. :(

[Lola - 14 de noviembre de 2007 - 15:16]

Es que me acabo de imaginar una Carolina abierta de cuajo con sueños rodantes grises, casi negros, saliendo de ella, convirtiéndose luego en los cangrejoides de la tercera de piratas del caribe. Y Carolina desinfladita en mitad de la calle pero contenta. Juas.

[Irene Adler - 12 de noviembre de 2007 - 10:30]

Un paraje desolado... puede ser, pero un paraje tranquilo, sin espinas.

[Nineve - 11 de noviembre de 2007 - 20:56]

El día que no tengamos sueños la vida será un paraje desolado. De igual modo que una noche sin sueños es como un ensayo de la muerte, una vida sin sueños será la antesala del fin del mundo.