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PLANTARTE

Tiempo de buscar setas

Tiempo de buscar setas

Lugar: Salamanca, calle Juan del Rey.

Ha llegado tarde, pero ya está aquí. Al final, el otoño siempre acaba llegando.

Hay un recuerdo que me viene siempre que aparecen los primeros fríos, mi gran recuerdo de otoño:

Está lloviendo, y las hojas de los plátanos cubren todo el suelo mientras yo avanzo, rápido, con ilusión, por la ribera del Genil, hacia la biblioteca. El olor es el mismo que aparece siempre en noviembre, el de las hojas mojadas. Hace mucho frío y en mis pies tengo la sensación más maravillosa del mundo: saber que mis botas de agua están empapadas, pero mis calcetines secos. Al entrar en la bibioteca, pequeña como un vagón de tren, me quito el ánorak. Busco en el fichero de autores y apunto el título, referencia y código en el impreso. Me acerco al mostrador y entrego el papel; ahora sólo falta esperar a que suban el libro por el montcargas. Es una espera ilusionada, disfrutando del calor de la biblioteca mientras fuera el agua lo domina todo.

Recuerdo que tuve que esperar mucho, más de lo acostumbrado, pero no me importó. Al fin, después de más de media hora, obtuve mi premio: "Los tres mosqueteros", Alejandro Dumas. Fue mi primer contacto con la Literatura con mayúsculas. Había leído ya mucho, es verdad, pero aquel fue un nuevo comienzo.

Para mí los otoños son los de Granada, con el frío, las castañas, el olor de las hojas de los plátanos de paseo mojadas por la lluvia. Aquí también llega, pero los pinos y los eucaliptos son árboles siempre cálidos. Ya se va noviembre, pero aquí no huele a frío, aquí no hay manzanas doradas. Es otoño, pero aquí todo es azul.

Gracias a A.L. por la foto

 

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