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PLANTARTE

Perdonado

Perdonado
Lugar: Granada, calle San Matías
En 1972 Marlon Brandon rechazó su oscar al mejor actor por su interpretación en "El Padrino", enviando en su lugar a una muchacha de origen indio para explicar que este desaire se debía al trato vejatorio que los de su raza recibían en el cine. Justo después subía al escenario un huraño Clint Eastwood que se disponía a hacer entrega de otro premio, no sin antes improvisar un hosco alegato por tantos y tantos buenos vaqueros que habían muerto por tantas y tantas flechas. Un año antes había hecho su aparición el inefable inspector Callahan, castigando al malvado y al criminal con 9 milímetros de plomo o la simple gravedad desde una azotea de 10 plantas, jucios sumariales para el deleite del espectador con corazón justiciero (Son los malos, ¿no? Así que, ¿qué mas da?). Ese es el Clint Eastwood al que hemos estado acostumbrados: el sucio, el fascista, el ultraconservador. Sin embargo, el mismo tipo duro es el director de una franca biografía de Charlie Parker, el director de la fábula sobre la última cacería del viejo y cansado William Munny, uno de los mayores criminales del salvaje oeste. Es el mismo que nos enseña en "Mystic River" hasta donde puede llegar tomarse la justicia por la propia mano (la de tu mejor amigo en este caso) y el que nos presenta la eutanasia como un gesto de humanidad y amor entrañable en "Million Dollar Baby". Ahora se introduce en el interior de Iwo Jima para mostrar una guerra en la que los héroes son títeres hechos de carne de cañón y, tanto la vileza como la angustia son medallas de ambos bandos. El jinete pálido resentido por la manifestación proindígena de Brandon nos da la lección de meternos en la piel tanto de uno como de otros sin caer en tópicos ni panfletadas, hasta el grado de ganarse al enemigo nipón que se conmueve y aplaude "Cartas desde Iwo Jima". Clint Eastwood es hoy, sobre todo, un cineasta gigante, un malo muy malo de pasado turbulento que hoy nos impresiona con un cine humano y progresista. Hay cosas en la vida de una persona que son imperdonables, William Munny lo sabía muy bien, pero si Clint Eastwood es un fascista y un republicano existe la redención.

2 comentarios

Cluje -

Gracias por el enlace. Os ha faltado hablar de "el Rubio", ese es el gran personaje del amigo Clint. Y quiero comprobar una teoría que hay por ahí que dice que el Predicador de el Jinete Pálido es en realidad un ángel.

Por cierto, la india era una engañifa.

Besos

jav -

Ciertamente ha hecho buenas pelis últimamente, supongo que la combinación de dinero y edad hacen el resto. El poder del dinero... cuando ya no te tienes que preocupar por él.